Velocidad de obturación

Buenas!
Lo prometido es deuda, así que hoy os voy a hablar de la velocidad de obturación.

¿Qué es la velocidad de obturación?

La velocidad de obturación nos indica cuánto tiempo permanece abierto el obturador de nuestra cámara.

¿Y qué es el obturador?

Para que nos entendamos, en idioma campechano (disculpadme los tecnócratas), el obturador equivaldría a una cortinilla imaginaria la cual, cuando pulsamos el botón para hacer una foto, se abre y deja pasar luz del objetivo a la cámara, lo cual le permite captar la imagen que estamos fotografiando.

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Entonces, si pasa luz, ¿Por qué la foto sale oscura?

Obviamente, si la fotografía sale oscura es porque hemos puesto una velocidad muy alta, y la cámara no puede captar luz suficiente para plasmar toda la imagen, así que plasma lo que le ha dado tiempo.
Imaginaros la cámara como un pintor en el que, en el momento hay luz, se pone a dibujar como un loco, primero las cosas más claritas y luego las más oscuras. Este pintor nunca para de dibujar, ya que mientras haya luz él siempre va a seguir repasando todo para captar toda la información que le sea posible en el tiempo que le dan. Debido a esto pueden pasar 3 casos diferentes, los cuales explicaré con el ejemplo del pintor y con una fotografía de ejemplo, que siempre será más gráfico:


 1. Si no le damos suficiente tiempo, el pintor sólo habrá pintado las zonas claras de la foto, y no le habrá dado tiempo más que a esbozar las oscuras. Por eso a veces en las fotos nos sale una zona de la foto perfecta, y otra zona muy oscura. Como ejemplo tenemos esta foto hecha a mi gata. En este caso se puede observar que la parte de la cortina se ve perfectamente, pero la gata se ve como poco más que una sombra. En este caso debí haber utilizado una velocidad más lenta para que la gata, que era el objeto principal de la foto, hubiera salido bien iluminada.

 2. Si le damos más tiempo del que deberíamos, el pintor habrá tenido tiempo de sobra de dibujar la escena, y como no puede quedarse parado mientras tenga luz, se pondrá a dar una segunda capa   la foto, lo cual hará que salga mucho más clara de lo que deseamos, y perderemos mucho detalle. Tal vez parte de la foto salga bien (las zonas más oscuras), pero las zonas que de por sí son claras tomarán un color tan claro que acabará incluso siendo blanco (en fotografía, esto se llama "quemar la foto", y se refiere a la zona que queda blanca, y por más programas de diseño posteriores a la toma que usemos, no se podrá recuperar esa información de ninguna forma). En la foto de la gata, se observa que está todo muy claro. La gata se ve, pero casi todo el resto de escena está tan claro que no queda bien.

3. Por último, lo deseable siempre: que el pintor plasme tal cual la fotografía que buscábamos conseguir. Pinta lo justo para que después de unos retoques básicos tengamos la fotografía tal cual la habíamos imaginado al ver la escena.En la foto de la gata, se observa una foto más o menos equilibrada, en la que se ven todos los elementos fotografiados como si los estuviéramos mirando en la realidad.

Tened en cuenta que a veces no podemos llegar a todo. Si estamos haciendo una fotografía con zonas iluminadas y zonas oscuras al mismo tiempo, hay que sacrificar una parte de esas fotografías para que la otra parte salga bien. En otra ocasión os hablaré de la técnica HDR, que juntando varias fotos, nos permite crear una imagen en la que todo salga bien iluminado, aunque en la realidad no lo esté.

Bueno, ahora que hemos comprendido que en función del tiempo que tengamos la cortinilla abierta entrará más o menos luz y tendremos la foto más o menos iluminada, vamos a las diferentes velocidades y sus usos.

Tenemos velocidades rápidas, lentas y normales. No es una norma muy estricta, ya que dependiendo de la situación que estemos fotografiando, una velocidad puede considerarse rápida o lenta.

Se suele utilizar una velocidad mínima de 1/60segundos para fotografías normales en las que no queramos que los objetos salgan borrosos. Pero si usamos teleobjetivos, esta velocidad debe aumentarse bastante, ya que cuesta mucho más mantener el pulso para sacar un objeto muy lejano o muy de cerca, en el que cualquier pequeño movimiento puede afectar, que un plano general de un valle, en el que estamos fotografiando 1 km cuadrado.

Una velocidad rápida es utilizada en situaciones en la que busquemos congelar un momento. Por ejemplo, si queremos captar un coche como si estuviera quieto en la carretera. Dependiendo del objeto, la velocidad a utilizar también debería aumentar. No es lo mismo congelar un coche en la autopista que a un peatón que va haciendo footing. Aquí tenéis un ejemplo de imagen congelada. En este caso, tomada en un marathon, en el que los atletas van corriendo, pero se ha conseguido congelar su movimiento con una velocidad elevada para así poder captar el momento en el que pasan, sus gestos. Esta fotografía no busca el dinamismo, sino obtener una instantánea estática en la que se pueda ver con detalle a los objetos de la foto (en este caso, los corredores, se podría ver a la perfección su número de corredor, sus gestos al correr, si miran hacia los lados por si los alcanza otro corredor, etc).

Una velocidad lenta es la que nos muestra una estela, o nos da sensación de movimiento sobre una escena. Muchas veces os habrá pasado que sacáis una foto y se ve borrosa. Eso es porque la fotografía se ha hecho a una velocidad más lenta de la que deseábamos, y nuestro pulso nos ha jugado una mala pasada. Se consideran velocidades lentas desde 1/30 para abajo. Con un buen pulso, haciendo fotografías a un paisaje más o menos quiero o a una persona que no se mueva, con 1/30 podría salir una foto correcta, pero siempre que podamos, aumentemos la velocidad para no arriesgarnos (no os fiéis de lo que veáis en el visor de la cámara, ya que cuando se aumente en el ordenador vendrán las decepciones, y eso aplicado a un viaje o evento irrepetible es un problema). Un ejemplo de fotografía con velocidad lenta sería la siguiente, en la que se observan las luces de los coches en movimiento, al mismo tiempo que el fondo (en este caso la carretera y edificios) se ven perfectamente quietos, lo cual le da a la composición una sensación de dinamismo propia de este tipo de fotografías.

Jugando con velocidades lentas, podemos hacer fotos con el fondo perfectamente enfocado y los objetos movidos, como la anteriormente vista, o al revés, el fondo movido y los objetos enfocados. A esta segunda técnica se le llama barrido, ya que se realiza moviendo la cámara mientras la cortinilla está abierta al mismo tiempo que mantenemos al objeto que queremos mantener enfocado en el centro del objetivo para, para así conseguir el efecto de movimiento en el fondo pero obteniendo al objeto que hemos seguido enfocado. Como ejemplo tenemos esta foto, en la que el ciclista se ve más o menos enfocado, y el fondo sale borroso, dándole a la fotografía una sensación de velocidad que, por ejemplo con un congelado, no tendría.

Bueno, ha sido duro, pero ya hemos llegado al final de este post. Espero que os haya resuelto más dudas de las que os haya generado. De todas formas, para cualquier duda que os pueda surgir aquí me tenéis para intentar ayudaros siempre que mis conocimientos me lo permitan!

Nos vemos en el próximo post, en el que hablaré del inseparable compañero de la velocidad de obturación: el diafragma. Practicad lo que os he comentado aquí! El barrido es muy complicado, si no os sale al principio no desesperéis!

Un saludo